La sección europea de la Alianza Global sobre Medios y Género, GAMAG, reafirma su apuesta por el diálogo y la paz en el conflicto Rusia-Ucrania.
Tras el ataque de Rusia a Ucrania que agrava el conflicto entre ambos países, GAMAG Europa (GE) expresa su rotundo ¡NO a la guerra! y reafirma su firme llamamiento a favor del diálogo y la paz como elementos esenciales de los derechos humanos que nuestra organización defiende. En consonancia con nuestros valores fundamentales, recalcamos la importancia del derecho a la información y la comunicación de la ciudadanía, que exige el máximo respeto a la verdad de los hechos y que no ampara en ningún caso –y menos ahora– la retórica y propaganda belicistas.
Ahora más que nunca, GAMAG Europa considera imprescindible que las y los profesionales de la información puedan informar con la máxima libertad y sin presiones sobre el conflicto y su contexto. La opinión pública necesita información veraz y fiable de lo que sucede en Ucrania, máxime cuando sabemos que la guerra nunca es una solución a los problemas, sino que los agrava y que sólo provoca destrucción, muerte y un inmenso dolor colectivo.
Como profesionales del periodismo y del ámbito académico, en GAMAG Europa defendemos la libertad de expresión y el relato sin distorsiones de la historia para construir –con respeto y sin violencia– un mundo en libertad en el que se garanticen la igualdad, el pluralismo y la diversidad. En GE trabajamos por la igualdad de género en y a través de los medios, denunciamos la discriminación de las mujeres y rechazamos con rotundidad cualquier representación mediática distorsionada que traslade una imagen deformada de sus capacidades y aportaciones a la sociedad.
Más allá de las opiniones e interpretaciones sobre la crisis y sus argumentos geopolíticos, más allá de los análisis políticos y estratégicos sobre la actuación de Putin, la OTAN o el Gobierno ucraniano, en GAMAG Europa apostamos rotundamente por la paz y alertamos contra cualquier tentación de convertir los medios de comunicación en altavoces de propagandas belicistas. Frente a la retórica agresiva, abogamos por el diálogo constructivo. Frente al insulto descalificador, abogamos por el razonamiento sereno y la comprensión. Frente a la desinformación y las noticias falsas que han proliferado durante toda la crisis y en todas direcciones, abogamos por el rigor periodístico y la información veraz y contrastada.
Aunque a veces nuestros llamamientos caigan en el vacío de la irresponsabilidad gubernamental, cada vez son más, somos más, las voces que llamamos a la paz. Y entre ellas destacan pronunciamientos como el que han hecho conjuntamente mujeres independientes de Estados Unidos y Rusia que llevaban un año debatiendo sobre la necesidad del desarme nuclear. En una carta abierta a políticos, periodistas, mujeres y hombres de ambos países, han exigido que se preserve la paz para poder construir un futuro común y un mundo mejor y más seguro. Y han lanzado un llamamiento especial a los medios “para que dejen de avivar las llamas de la guerra” y cumplan su responsabilidad ética periodística de subrayar el alto precio en sangre y vidas humanas de los conflictos bélicos.